La dermatología médico-estética es la encargada de combinar las dos especialidades para mantener y mejorar el aspecto natural de la piel. El dermatólogo puede elaborar o formular productos faciales, tratamientos capilares y cuidar la estética corporal con una mejora en la calidad de vida.
Es la parte de la dermatología que permite mejorar el aspecto de la piel sana o dañada, mediante productos cosméticos y fuentes de luz, como láser médico y luz intensa pulsada.